viernes, 25 de marzo de 2011

La figura indígena



La figura indígena ha estado siempre presente en la representación artística de nuestro país. Con la colonización de nuestros territorios, nos hemos visto envueltos en un proceso de transformación cultural, que hoy en día puede ser claramente apreciado. De una forma u otra hemos incursionado además en una etapa de transculturación, que en el peor de los casos ha derivado en una aculturación.

El hecho indígena, es una verdad ineludible, que como sociedad mestiza nos compete. El actual Ecuador, reconoce la pluriculturalidad de sus habitantes, y esto no habría sido posible, sin el aporte de muchas figuras políticas, sociales y por supuesto culturales, que han intervenido en este proceso de interculturalidad. Hoy en día comprendemos, por lo menos muchos de nosotros (porque existen muchos otros que aún conservan ideas raciales hacia este grupo indígena), que el indígena es una pieza fundamental en el intento de la búsqueda de la identidad cultural, que se ha convertido más que en un opción, en una necesidad.

Varios de nuestros “pintores famosos” pudieron ser capaces de ver esta necesidad de la que se hablaba antes, y valiéndose de medios comunicativos como la pintura, alzaron su voz de protesta, ante una sociedad, que aunque en el fondo era la misma, se empecinaba por mantener unos estratos sociales, que se había creado equivocadamente, desde la época de la colonia.

Estos artistas me han impresionado profundamente, y me han hecho pensar en la necesidad de dar vuelta la hoja en la historia de nuestro país, de mirar hacia delante con una nueva perspectiva y aceptar que su gran esfuerzo ha valido la pena, y que de a poco se están gestando en esta nueva generación, la lucha por la búsqueda de una misma identidad.

Mi propuesta pretende materializar estos pensamientos que puedo ver en la sociedad de hoy en día. Mis obras serán una alegoría a estas cultura que forman parte importante en la reconstrucción de nuestro pasado histórico, pero sobre todo un tributo a todas estas razas que de modo silencioso nos han constituido.

Es hora de seguir adelante, de apreciar estos pueblos indígenas, en toda su riqueza cultural, y darles el valor que realmente se merecen, porque por ser indígenas, no dejan de ser humanos.

Los indígenas nos dan siempre una perspectiva diferente de su realidad, su cosmovisión es diferente a la nuestra, pero no por eso deja de ser válida; en estas obras quiero plasmar toda esa belleza que ellos expresan a través de las formas y los colores, para transformarlo en una nueva propuesta, mediante la utilización de corrientes artísticas como el arte naif y la neofiguración, que no se aleja demasiado de sus formas de manifestación artesanal. Intento no solamente plasmar la figura del indígena como tal, sino también utilizar muchos de sus elementos decorativos, utilitarios y simbólicos, pero sobre todo plasmar la esencia de su cultura, de su hacer, de su sentir, de su pensar.

"Pese a todo, no hemos perdido la fe en el hombre, en su capacidad de alzarse y construir, porque el arte cubre la vida. Es una forma de amar".

Oswaldo Guayasamín.

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